La Libertad se ubica en la costa norte del Perú. Por el norte limita con el Departamento de Lambayeque; por el sur con el Departamento de Ancash y con el Departamento de Huánuco; por el este, con el Departamento de San Martín y el Departamento de Cajamarca; por el oeste con el mar de Grau. Tiene una superficie de 25.500 km², que en términos de extensión es similar a Sicilia. Como oasis en el desierto, sus valles costeros son fértiles, al igual que los interandinos. Este departamento se extiende hacia el oriente, con territorios bañados por el caudaloso Marañón. Sus playas tienen también una gran riqueza marina gracias a la Corriente de Humboldt o Corriente peruana y es el único departamento del Perú que abarca las 3 regiones naturales, Costa, Sierra y Selva.
La Libertad fue territorio de varias civilizaciones importantes del Antiguo Perú. Hacia el siglo I a. C. surgió en la costa la cultura Moche, la cual se destacó por su cerámica realista representando figuras humanas y la fauna y flora localizadas; y por sus templos en formas de pirámides truncas que muestran una avanzada arquitectura. Posterior a esta cultura, se asentaron los chimús que tuvieron por capital Chan Chan, siendo la ciudad de adobe más grande del continente americano. Su avanzada orfebrería y arquitectura, con notables redes de acueductos que siguen siendo utilizados para el regadío, son parte de la herencia cultural y estructural de la cultura Chimú. Unos cuantos años después de la llegada de españoles, Diego de Almagro fundó, el 6 de diciembre de 1534, la villa de Trujillo de Nueva Castilla, ciudad que con el devenir de los años fue poblándose de hacendados y adquiriendo, cada vez más, el espíritu señorial que aún conserva. Trujillo se unió prontamente a la causa de la emancipación; no en vano fue la primera ciudad en declarar la independencia. Su espíritu aguerrido y patriota llevó al Congreso a cambiar el nombre del departamento de Trujillo por el de La Libertad, en 1825.
Sustentada en la agroindustria, sobresale el cultivo de la caña de azúcar y su industrialización en las empresas agroindustriales (ex-cooperativas agrarias) de Casagrande, Cartavio, Laredo, etc. Además cabe resaltar el desarrollo sostenible y prestigioso de su calzado dicho sea de paso uno de los mejores del país. En minería, es actualmente el primer productor de oro en Perú. Hoy se vive un 'boom' agroexportador en la región. Esto se debe al Proyecto Especial Chavimochic, gran obra de ingeniería hidráulica, que permite que se cultiven zonas desérticas con el direccionamiento de ríos mediante grandes canales y ramas de estos. A esto se le suma el uso de tecnologías de riego, como el riego por goteo y el control satelital. Los productos que más se producen y exportan son: paprika, tomate, alcachofa y el Espárrago siendo la producción, de este último, la más destacada a nivel nacional.
Trujillo está rodeada por los Valles de Chao, Virú, Moche y Chicama, zona de influencia y desarrollo de las Culturas Mochica y Chimú, que nos han legado extraordinarias construcciones que logran asombrarnos hasta hoy. La Ciudad de Chan Chan, capital del Reino Chimú, es uno de los mejores ejemplos del nivel arquitectónico alcanzado por esta cultura. La ciudad de barro más grande de la América precolombina está dividida en ciudadelas o palacios, formando unidades autónomas que se extienden en un área de 20 km2. Al ingresar y caminar por entre sus plazas, viviendas, depósitos, talleres, laberintos, caminos y templos piramidales, podrá sentir la fuerza y el temple de este pueblo que todavía permanece en el ambiente y que se refleja también en los decorados en alto relieve de sus muros. La UNESCO la incluyó en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 1986 y viajeros de todo el mundo reconocen que su grandiosidad sólo puede ser comparada con los restos arqueológicos de Teotihuacan (México) o con las antiguas ciudades de Egipto.
A 5 kilómetros al sur de Trujillo, se ubican las Huacas del Sol y la Luna, edificios que alguna vez formaron parte de la antigua Ciudad de Moche. Según la leyenda, la Huaca del Sol fue construida en sólo tres días, empleando 250 mil hombres y utilizando cerca de 100 millones de adobes. Es considerada la Huaca más grande del país. La Huaca de la Luna, donde se aprecian asombrosos murales que representan los rituales de los Mochicas, está compuesta por templos superpuestos. En algunas paredes se pueden observar hermosos murales policromos cuyas figuras permiten observar la imagen del Dios Ai-Apaek. Al noreste de la ciudad de Trujillo (5 km) encontraremos la Huaca El Dragón o Arcoiris, una pirámide de adobe cuya antigüedad se calcula en 1100 años y de la cual se cree fue el primer asentamiento de la Cultura Wari en el Valle de Moche. Igualmente a 3 km de Trujillo se ubica la Huaca La Esmeralda, perteneciente a la Cultura Chimú. Las paredes de adobe están decoradas con altos relieves zoomorfos y geométricos.
El viaje por la historia antigua de los valles norteños termina en el Complejo El Brujo; uno de los sitios arqueológicos de mayor importancia en la costa norte del Perú. Está ubicado a 60 km de la Ciudad de Trujillo en el Valle de Chicama. Este complejo consta de tres grandes edificaciones, la Huaca Prieta, la Huaca El Brujo y la Huaca de Cao Viejo. Fue construido a través de una prolongada secuencia cultural que se inició en el período precerámico (hace 5,000 años). En sus paredes los Mochicas plasmaron una riquísima iconografía, la muestra más conocida es el “Degollador de Cabezas”, uno de los frisos policromados más importantes.
Al sur del departamento se encuentra el Santuario y Reserva Nacional de Calipuy, que cuenta con una extensión de 4,500 hectáreas y está ubicado en las Provincias de Virú y Santiago de Chuco. Allí se protege uno de los bosques más grandes de Puya (puya Raimondi), una rara especie de flora silvestre perteneciente a la familia de las bromeliáceas. Esta planta posee la inflorescencia más grande del mundo, que ocurre sólo una vez en sus aproximados 100 años de vida. Entre las especies de fauna silvestre tenemos al Zorro Andino (Pseudalopex culpaeus), el Venado Cola Blanca (Odocoileus virginianus), la Vizcacha (Lagidium peruanum), la Perdiz Serrana (Tinamotis pentlandii) y el Halcón Perdiguero (Falco femoralis).
Al nor oeste se encuentra el Balneario de Huanchaco (a poco más de 10 km de Trujillo). Allí podemos ver cómo ligeros “caballitos de totora” surcan las olas. Estas tradicionales balsas de totora (Scirpus rigidus) son utilizadas por los pescadores de la costa norte desde la época precolombina para sus labores de pesca. Pero si, además de viajero, es amante del surf, tendrá que visitar Chicama. Esta playa está ubicada a 74 km al noroeste de Trujillo y es famosa por tener la ola izquierda más larga del mundo. El puerto fue, en tiempos de la colonia, punto de desembarque de los esclavos africanos traídos para trabajar en las haciendas de la costa.
Trujillo es también sede cada año del Concurso Nacional de la Marinera, baile típico de la ciudad que se realiza en el mes de enero. A esta competencia acuden parejas de baile de todo el país, siendo tan renombrada que se han formado academias que luchan palmo a palmo todos los años por ocupar los primeros puestos en alguna de las categorías. En el mes de Octubre se realiza el Festival Internacional de la Primavera, cuyo principal atractivo es el tradicional Corso de Primavera, con el desfile de reinas de belleza de diferentes partes del continente y carros alegóricos preparados por las diferentes instituciones de la ciudad.
Trujillo resume en su arquitectura, historia y tradiciones, parte importante de la diversidad que el Perú tiene para ofrecer a sus visitantes. Anímese visitar el norte del Perú, pero no olvide traer un pañuelo blanco para ensayar unos pasos de Marinera mientras disfruta de la alegría de la “Ciudad de la Eterna Primavera”.
domingo, 29 de mayo de 2011
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