domingo, 29 de mayo de 2011

Balneario de Huanchaco - La Libertad

En la margen derecha parte baja del valle de Moche, se encuentra ubicado el balneario de Huanchaco a 12 Km. al noroeste de la ciudad de Trujillo y a tan sólo 5 minutos en automóvil de la que fue capital del imperio Chimú, la ciudadela de Chan Chan. Las doradas arenas de la playa de Huanchaco se encuentran protegidas por una terraza marina elevada a varios metros sobre el nivel del mar y que la circunda en toda su longitud como un cinturón de protección, esas elevaciones crean un microclima subtropical que permiten el gozo de sus aguas marinas todo el año. La plataforma marina desciende muy suavemente en la bahía, de allí que sus olas sean largas, de escasa bravura y sus playas tranquilas; es por eso que Huanchaco se presenta como una invitación para los corredores de tabla, en Huanchaco todo el año hay surfistas y con ellos van cabalgando sobre las crestas de las olas los milenarios caballitos de totora, embarcaciones artesanales usadas desde la época preincaica por los pescadores lugareños.

Los orígenes de Huanchaco se remontan a las antiguas culturas preincaicas; con la evolución cultural del pueblo Mochica y luego el Chimú, esta bahía cobra gran importancia, no sólo por su conexión estratégica, vía el mar, con los grandes centros poblados (caso de Chan Chan) sino por su ubicación geográfica que le dio categoría divina y de fuente de aprovisionamiento de productos del mar; Así surge como caleta de pescadores puesta bajo la protección de una deidad marina especial. La conquista incaica que clausuró Chan Chan, la capital Chimú, hacia 1482 también significó la caida de su vecina Huanchaco; más tarde con la presencia española y por disposición real, los Virreyes desembarcaban en Huanchaco para trasladarse a Trujillo, entonces se convirtió de milenaria caleta nativa en puerto de los Virreyes y los Nobles. Pero Huanchaco no es sólo pasado, también cuenta con una moderna infraestructura hotelera, restaurantes típicos y centros recreativos nocturnos, está adornado por un hermoso malecón con verdes y floridas placitas de acogedoras bancas, y junto a la arena las amplias sombrillas y una hermosa rotonda que mira al muelle de pescadores. El balneario de Huanchaco es un lugar muy acogedor lleno de atractivos y dispuesto siempre a recibir a los visitantes en cualquier época del año, entre los principales atractivos huanchaqueros podemos citar los siguientes:

La Iglesia de Huanchaco

Construida en una elevación cercana al pueblo y desde su solitaria torre se domina todo Huanchaco, este lugar albergó siempre a las divinidades, durante el Imperio Chimú hubo allí una huaca o templo ceremonial llamada Huaca del Pez Dorado o Huaca Taska, dedicada a los dioses de entonces; sobre esas estructuras se levanto una ermita y luego la actual Iglesia de indios, templo católico que inicialmente estuvo orientado a la catequización de los antiguos pobladores indígenas, aquí descansan desde hace ya casi tres siglos, los restos intactos e incorruptibles del sacerdote Deán de la Catedral de Trujillo y Capellán de la Iglesia de Huanchaco, Antonio de Saavedra i Leiba, quien en vida realizaba peregrinaciones de penitencia desde Trujillo a Huanchaco en honor a la Virgen del Socorro (que también se encuentra en esta iglesia) y que instituyo en su homenaje la peregrinación llamada "El Huanchaquito".

Los Caballitos de Totora

Sobre la dorada arena de la bahía se agrupan, alineados como hace siglos y con sus puntas levantadas al cielo, los caballitos de totora, frágiles pero insumergibles embarcaciones que usan los pescadores huanchaqueros en sus labores diarias; los pescadores extraen la "totora"(especie de caña) cuando alcanza su máxima longitud y la dejan secar en la arena hasta que alcance su típico color dorado para luego diestramente atar las cañas y darle su peculiar forma, como hace siglos lo hicieron sus antepasados. Los caballitos miden de 3 á 4 metros de largo, tienen forma alargada y su proa se levanta como un esquife vikingo, en la popa achatada tiene una concavidad destinada las redes y el producto de la pesca, cuando el pescador introduce su caballito en el mar lo lleva al hombro, luego al lanzarlo sobre las olas salta sobre él y se coloca de rodillas impulsándose rítmicamente de izquierda a derecha con un sólo remo, hecho de una caña partida para darle forma de pala y así impulsarse a gran velocidad para adentrarse en el mar y realizar su diaria labor.

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